miércoles

Me conformo con bailar un rato con la felicidad.

Estoy harta ¿vale? Harta de sentirme mal. Harta de todo esto, de la vida, harta de tener ganas de gritar, de amar y de ser feliz.


Siento rabia.
Rabia por ser imprescindible, por saber que les doy igual, por pensar que yo formo parte de esto, por pensar que yo era importante para ellos. Rabia, siempre rabia. Por pensar que me querían, que harían todo por mi, que estarían a mi lado, rabia por darme cuenta de las cosas. Por querer llorar y no poder, rabia por sentirme así. Por todo y por nada, por la edad, por los cambios. Rabia por los ''adiós'', los ''te quieros''. Por a ver dado todo y no recibir nada, por a ver andado miles y miles de kilómetros por una sola razón, pero al fin y al cabo solo soy una más yo no aporto nada. Rabia por la felicidad, por no conseguirla, por no sentirla, ni vivirla. Rabia por quererles tanto, por ser así de tonta, por las palabras que me dijeron, por todo lo que yo sentí, por la distancia.

Sé lo que me afecta y lo que no, lo que me hace daño, lo que me importa lo que me interesa, lo que me gustaría oír, sé lo que me pone nerviosa, lo que no me gusta, lo que si, las personas que odio. Me conozco ¿lo entendéis? No necesito ayuda, ni cariño, solo tiempo.

Quiero ser amada, quiero amar, vivir, soñar, viajar, tener un loft en Madrid, quiero un capuccino, quiero irme a Roma. Quiero un paseo por la playa. Noches sin dormir, quiero que me traigan el desayuno a la cama, desayunar napolitanas y croissants mientras veo revistas de moda, ver una película de amor, quiero gritar, reír. Quiero algo que me haga feliz.Quiero el mundo, y lo quiero ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario