Me tacharon de loca por quererte por decir que valías, que eras todo, me dijeron que no valía la pena, que tú al final te olvidarías de mi. Y me repitieron que nunca me enamorase de un tipo como tú porque un día me harías mucho daño, y al principio no lo creí porque sabía que siempre estarías ahí y sigo sin creerlo porque me has demostrado que me quieres, porque sé que nunca me dejaras sola. Porque me lo has dicho día tras día repitiéndolo en mi oído cada vez que paso a tu lado. Y lo sé, cada caricia, cada abrazo, cada mirada, cada sentimiento, todo lo que me enseñabas, sigue aquí guardado muy al fondo. En mi corazón. Porque significan mucho, tanto que no sabría explicar nada de esto, de todo lo que hemos vivido, todos esos momentos que he pasado a tu lado. Sí, decían muchas cosas, intentaban comernos la cabeza a base de pesadez. Pero nosotros seguíamos a nuestro aire, haciendo lo que nos gusta, disfrutar el uno del otro, vivir siendo los más felices del mundo, y sobre todo querernos, querernos hasta el fin del mundo.

¡Ah sí! Decirte que te quiero, que anhelo cada segundo contigo. Que por mucho que pienses te querré por siempre.